Comunicado de prensa

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, anunció hoy que un conductor de Lyft ha sido condenado a 10 años de prisión por agredir sexualmente a una pasajera de 28 años que se había quedado dormida en el vehículo del acusado durante un viaje a su residencia en enero de 2018.

El fiscal Katz dijo: “Una mujer que había pedido un coche, pensó que llegaría sana y salva a su casa. En cambio, la mujer desprevenida fue violada por este acusado, que fue declarado culpable por un jurado de sus pares.”

El Fiscal del Distrito identificó al acusado como Welinton Fernández, de 31 años, de Corona, Queens. En noviembre de 2019, Fernández fue condenado en juicio por acto sexual criminal en primer grado y abuso sexual en primer grado ante la jueza interina del Tribunal Supremo Stephanie Zaro. El juez Zaro condenó ayer al acusado a 10 años de prisión, a los que seguirán 8 años de supervisión posterior a la puesta en libertad, y Fernández también deberá registrarse como delincuente sexual.

Según el testimonio del juicio, la víctima se reunió con amigos en un bar de Flushing justo después de la medianoche del 6 de enero de 2018. La joven había tenido un turno especialmente largo en su trabajo y pidió un Lyft para que la llevara a casa. Según los registros de Lyft, Fernández recogió a la mujer aproximadamente a las 4:50 a.m. en el bar y debía llevarla 6 kilómetros hasta su casa. Durante el trayecto, la víctima se quedó dormida y fue despertada por el acusado, que la agredió sexualmente. La mujer, a la que habían bajado los pantalones y la ropa interior, huyó del vehículo y corrió hacia su casa. Al día siguiente, se avisó a la policía y la víctima fue atendida en un hospital local, donde un forense de agresiones sexuales preparó un kit de pruebas de agresión sexual. El análisis de ese kit reveló posteriormente que el ADN masculino recogido del cuerpo de la víctima coincidía con el ADN del acusado.

La fiscal adjunta Laura M. Dorfman, de la Oficina de Víctimas Especiales de la Fiscalía, llevó el caso bajo la supervisión de los fiscales adjuntos Kenneth M. Appelbaum, jefe de la Oficina, Eric C. Rosenbaum y Debra Lynn Pomodore, jefes adjuntos de la Oficina, y bajo la supervisión general del fiscal adjunto ejecutivo de delitos graves Daniel A. Saunders.