Comunicado de prensa

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, ha anunciado hoy que Robert Rodríguez, de 36 años, se ha declarado culpable de homicidio en primer grado por disparar y matar a una mujer de 21 años en septiembre de 2017.

El fiscal Katz declaró: “Al declararse culpable, el acusado ha admitido haber matado a la madre de su hijo pequeño, una mujer joven que también tenía otros dos hijos, durante una discusión frente a su casa. Esta tragedia es un sombrío recordatorio de que la violencia nunca es la solución a una disputa.”

Rodríguez, de la calle ²²⁵, en el barrio de Cambria Heights de Queens, se declaró ayer culpable de homicidio en primer grado ante el juez Kenneth Holder, del Tribunal Supremo de Queens. Está previsto que el acusado sea condenado el 1 de febrero de 2022. El juez Holder indicó que ordenará el ingreso en prisión de Rodríguez durante 19 años, a los que seguirán cinco años de supervisión posterior a la puesta en libertad.

El fiscal Katz dijo que, aproximadamente a las 2 de la mañana del 17 de septiembre de 2017, la víctima Luz Cuza y el acusado estaban en el patio delantero de su casa en la calle ¹⁴⁷. El hermano de la víctima vio a la pareja en el patio, se dio cuenta de que Rodríguez tenía un arma de fuego y habló con el acusado sobre el arma, después entró en la casa. Minutos después, se oyó un disparo y el hermano de la víctima salió corriendo para encontrar a la Sra. Cuza en el suelo con una herida mortal de bala en el ojo. El acusado se alejaba de la escena llevando una caja de zapatos.

Continuando, dijo el fiscal, el hermano de la víctima golpeó las puertas de los vecinos y gritó para que alguien llamara al 911. La policía acudió al lugar de los hechos y se dirigió al domicilio de Rodríguez, donde encontró una pistola semiautomática cargada y 48 cartuchos de munición en una caja de zapatos. El análisis forense demostró que el arma de fuego era la misma que se utilizó para matar a la Sra. Cuza.

El fiscal adjunto principal Courtney Finnerty, de la Oficina de Homicidios de la Fiscalía, llevó el caso bajo la supervisión de los fiscales adjuntos Peter J. McCormack III y John Kosinski, jefes adjuntos principales de la Oficina, Karen Ross, jefa adjunta, y bajo la supervisión general del fiscal adjunto ejecutivo de Delitos Graves Daniel A. Saunders.