Comunicado de prensa
EL JURADO DECLARA CULPABLE DE ASESINATO A UN HOMBRE DE QUEENS POR LA MUERTE A PUÑALADAS DE SU NOVIA EMBARAZADA
La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, anunció hoy que Anthony Hobson, de 51 años, fue condenado ayer tras un juicio con jurado por asesinato y otros delitos en el ataque con cuchillo en febrero de 2019 a su novia, Jennifer Irigoyen, en Ridgewood Queens.
El fiscal Katz declaró: “El acusado ha sido condenado y considerado responsable de quitar la vida a una mujer, madre de un hijo pequeño y embarazada de aproximadamente 12 semanas. Fue un crimen horrible: la víctima fue apuñalada repetidamente en la escalera de su edificio de apartamentos. El acusado se enfrenta ahora a una larga condena de prisión por parte del Tribunal”.
Ayer, tras un juicio de dos semanas de duración, un jurado declaró a Hobson, de la avenida 64 de Rego Park (Queens), culpable de asesinato, manipulación de pruebas y posesión criminal de un arma. El juez del Tribunal Supremo de Queens Michael B. Aloise, que presidió el juicio, fijó la sentencia para el 17 de febrero de 2022. En ese momento, Hobson se enfrenta a una pena de prisión de 25 años a cadena perpetua, con posible condena adicional por manipulación de pruebas.
El fiscal Katz dijo, según el testimonio del juicio, que el 3 de febrero de 2019, aproximadamente a la 1 de la mañana, en el tercer piso de un edificio residencial en Myrtle Avenue, un vecino escuchó a la víctima gritar “¡Ayuda! ¡¡¡Socorro!!! Está tratando de matar al bebé!”. El vecino corrió al pasillo y vio al acusado arrastrando a la Sra. Irigoyen, una agente inmobiliaria de 35 años, al hueco de la escalera. El testigo vio a Hobson -utilizando lo que parecía ser un cuchillo de cocina- apuñalar repetidamente a la víctima.
Según el fiscal, la Sra. Irigoyen sufrió heridas punzantes en el cuello, el pecho y el abdomen, además de otras numerosas lesiones. Fue trasladada a un hospital de la zona, donde la declararon muerta.
Hobson abandonó la escena con el arma homicida, que nunca se recuperó. El acusado huyó a Pensilvania, pero se entregó a la policía cinco días después del asesinato.
La Fiscal Adjunta Rachel E. Buchter, Jefa de la Oficina de Juicios por Delitos Graves III de la Fiscalía, procesó el caso con la asistencia del Fiscal Adjunto Bryan Kotowski, bajo la supervisión del Fiscal Adjunto Ejecutivo de Delitos Graves Daniel Saunders.