Comunicado de prensa
DECLARAN CULPABLE DE HOMICIDIO IMPRUDENTE AL ACUSADO DE LA MUERTE DE DOS HOMBRES EN EL INCENDIO DE UNA CASA EN 2018

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, ha anunciado hoy que Kahj Woods, de 20 años, ha sido declarado culpable en juicio de dos cargos de homicidio involuntario. El acusado prendió fuego a un edificio de tres plantas en el que se encontraba de visita con un familiar en diciembre de 2018. Dos hombres -uno octogenario y otro discapacitado- no pudieron escapar de la segunda planta del apartamento y murieron.
El fiscal Katz declaró: “El acusado fue declarado culpable de causar la muerte de dos hombres, cuyos cadáveres fueron descubiertos tras el incendio que también desplazó de sus hogares a otros seis residentes. Un jurado sopesó todas las pruebas y emitió un veredicto de culpabilidad. La suerte del acusado será decidida por el Tribunal”.
Kahj Woods, ex vecino de Fountain Avenue, en Brooklyn, fue declarado ayer culpable de dos cargos de homicidio involuntario tras un juicio de dos semanas ante el juez Michael Aloise, del Tribunal Supremo de Queens. La sentencia estaba prevista para el 2 de junio de 2022, momento en el que Woods se enfrenta a hasta 15 años de prisión.
Según el testimonio del juicio, el acusado fue captado en las imágenes de videovigilancia, aproximadamente a las 14:50 horas del 23 de diciembre de 2018, saliendo del edificio de tres pisos en la calle 150 donde vivía brevemente con su bisabuela. A continuación, el acusado regresó, se asomó a la puerta principal y se marchó de nuevo. Minutos después, aproximadamente a las 15.00 horas, un feligrés que asistía a los servicios religiosos en la planta baja del edificio salió del lugar tras oler humo procedente de la residencia.
Según el fiscal Katz, tras el incendio los investigadores descubrieron a los dos hombres gravemente heridos en la segunda planta del edificio. Ambos hombres fueron trasladados a un hospital local para recibir atención médica. David Hawkins, de 64 años, era ciego y padecía demencia. Sufrió quemaduras en el 70% del cuerpo y falleció por lesiones térmicas e inhalación de humo. La otra víctima, John Wigfall, tenía 86 años y sucumbió a la inhalación de humo. Ambas víctimas vulnerables vivían con la bisabuela del acusado, que era su cuidadora.
El fiscal adjunto Jonathan Selkowe, de la Oficina de Homicidios de la Fiscalía, llevó el caso bajo la supervisión de los fiscales adjuntos Peter J. McCormack III y John Kosinski, jefes adjuntos de la Oficina de Homicidios, Karen Ross, jefa adjunta de la Oficina, y bajo la supervisión general del fiscal adjunto ejecutivo de Delitos Graves Daniel A. Saunders.