Comunicado de prensa

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, ha anunciado que Tyrone “Angel” Miles ha sido condenado hoy a siete años de prisión por tráfico sexual de menores. El acusado, junto con el coacusado Bryant Lowery, obligó a las víctimas femeninas a mantener relaciones sexuales con desconocidos a cambio de dinero en efectivo en el hotel JFK Inn de Jamaica, Queens. Una fuga de una de las víctimas en junio de 2020 reveló las continuas actividades delictivas de los acusados.

El fiscal Katz dijo: “El acusado atormentaba y degradaba a sus víctimas. Felicito a estas jóvenes por su valentía durante el curso de este caso. La brutal explotación a la que fueron sometidas, y que innumerables otras están experimentando, es la razón por la que el trabajo de mi Oficina de Trata de Seres Humanos es tan importante.”

Miles, de 32 años y residente en la Avenida ¹¹⁰ de Jamaica (Queens), se declaró culpable en octubre de dos cargos de tráfico sexual de menores ante el juez Peter Vallone, Jr., del Tribunal Supremo de Queens, quien le impuso hoy una pena determinada de 7 años de prisión seguida de 5 años de supervisión posterior a la puesta en libertad. El coacusado Bryant Lowery, de 24 años, se declaró culpable en octubre de un cargo de tráfico sexual de menores y otro de tráfico sexual, y fue condenado en noviembre a 6 años de prisión seguidos de 5 años de supervisión tras la puesta en libertad. Ambos acusados también deberán registrarse como delincuentes sexuales.

Según los registros judiciales, los acusados Miles y Lowery retuvieron a dos víctimas, de 16 y 17 años, en el hotel JFK Inn en South Conduit Avenue en Jamaica, Queens, entre el 5 de junio de 2020 y el 12 de junio de 2020. Los acusados les amenazaron con causarles daños físicos a menos que participaran en actos sexuales a cambio de dinero. El acusado Miles amenazó con matar a la joven de 16 años si no accedía y le ordenó que dijera a los clientes que era adulta. Los acusados mantenían a las chicas en habitaciones separadas del motel para que se reunieran con los clientes que pagaban por mantener relaciones sexuales. Los acusados vigilaban a las víctimas en la habitación del motel para impedir que se marcharan y cobraban todo el dinero. La chica de 16 años pudo escapar cuando el acusado Miles la dejó sola brevemente. Huyó a un establecimiento comercial y se puso en contacto con su familia.

El fiscal adjunto Kiran Cheema, de la Oficina de Trata de Personas de la Fiscalía, llevó el caso bajo la supervisión de las fiscales adjuntas Jessica Melton, jefa de la Oficina, y Tara DiGregorio, subjefa de la Oficina, y bajo la supervisión general del fiscal adjunto ejecutivo de investigaciones Gerard A. Brave.